El detonante de toda persona emprendedora es: la oportunidad.
El detonante de toda persona emprendedora es: la oportunidad
A un año de pandemia por SARS–CoV–2, desafortunadamente además de la gran cantidad de vidas, se han perdido también una enorme cantidad de empleos, producto de las dificultades surgidas a consecuencia de los estrictos, extensos y repetitivos confinamientos a nivel mundial. Así, el ser humano se ve inmerso en un enorme reto en el ámbito económico, uno prácticamente tan importante como el de la salud. Hay que estar sano para sobrevivir, pero también hay que tener el recurso necesario para cubrir todas las escalas de necesidades de las que hablaba Abraham Maslow: las físicas, las de seguridad, las de afiliación, las de reconocimiento y las de autorrealización. Y si el entorno ha cambiado, la sociedad tiene que reinventarse. Y vaya que nos hemos reinventado, porque hasta la persona que considere que menos cambios ha logrado realizar en su vida, los ha consolidado a niveles tan significativos que hoy día ha llegado hasta aquí.
¿Cómo sobrevivir al cambio socioeconómico que se avecina? A continuación, algunos consejos:
- Identifica las oportunidades que tu realidad te plantea: Esto puede parecer tan complicado o fácil, en base a tus capacidades de observación. Cuando nos involucramos en el ámbito que nos rodea a través de la comunicación con nuestros semejantes y la información actualizada sobre lo que está sucediendo, el resultado es que asumimos un conocimiento bastante amplio de la realidad, con sus matices y sus necesidades; esto implica a la totalidad de aspectos que la conforman, los que hacen falta, los que sobran para una realidad óptima. Es ahí donde tú puedes proponer algo nuevo (producto, servicio o metodología) que contribuya a que las cosas marchen mejor.
- Ten claro qué es lo que te apasiona en realidad: Cuando se emprende una iniciativa siempre resulta más fácil que esta se apegue a lo que verdaderamente disfrutas, puesto que todo emprendimiento requiere altas dosis de esfuerzo y definitivamente será más fácil enfrentar todas las actividades, retos y hasta emociones no tan agradables ante las situaciones que no salgan bien, cuando te estás jugando algo que te llena, a comparación de cuando es algo ajeno a ti o que no te significa.
- Ten un ahorro, porque tendrás que invertir: Cuando hayas identificado lo que ofrecerás, cuando lo hayas sustentado, cuando hayas comprobado que la gente está dispuesta a adquirirlo y cuando tengas lista toda tu estrategia para de autoempleo, podrás echarlo a andar. Para ello, hoy en día se requieren campañas publicitarias a través de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) y si tu propuesta es buena, pero no logra permear a los usuarios indicados, no avanzarás con velocidad en tu expansión. Debes coordinarte con personas que se dediquen a eso y en equipo posicionarte. Si no tienes el recurso, puedes asociarte con alguien que invierta el capital o puedes analizar solicitar un préstamo con alguna entidad bancaria, asesórate de las posibilidades que existen y decide sobre la más idónea para ti.
- Cuida tu presupuesto: Existen teóricos en economía que hacen hincapié a que un emprendedor debe evitar a toda costa descuidar sus ganancias iniciales cuando éstas sean abundantes, debiendo destinar parte de estas a reinvertir y, sobre todo, guardarlas para cuando las condiciones no sean las más adecuadas. No te emociones con el éxito inicial.
- Permanece pendiente a los cambios de la nueva realidad: Tal y como comenzaste, a partir de un giro drástico de la realidad, debes asumir que las cosas no siempre serán como son, en cualquier momento pueden cambiar y será más fácil transitar por esas transformaciones para quienes estén mejor preparados que para quienes no. El primer paso para prepararse es saber que esto es una realidad, contar con un sustento económico y permanecer todo el tiempo analizando líneas estratégicas de innovación, es decir, reflexionar sobre tus propios procesos en búsqueda de propuestas más óptimas o bien, ajustadas a nuevas necesidades que vayan surgiendo a la par de la realidad y el desenvolvimiento de la sociedad, producto de los cambios políticos y económicos.
Ten en cuenta que estos sencillos puntos no conforman la totalidad de aspectos que debes cubrir. Para conocer diferentes estrategias es bueno que te documentes y asesores, el éxito de la iniciativa emprendedora y el autoempleo es la certeza de tus decisiones. Estas se generan a partir del locus de control o grado de dominio que eres capaz de experimentar a partir de la información y la determinación. Como puedes advertir, para que cualquier idea se convierta en realidad, se requiere un proceso y el objetivo de esta publicación no es que te desalientes por eso, sino que precisamente seas capaz de crear y seguir uno, en la lucha por tu supervivencia al cambio socioeconómico.
El autoempleo requiere una fortísima inversión de capital y de esfuerzo, mayor incluso que en un empleo. Con dosis superiores incluso, tanto al inicio del proyecto como en los momentos de adversidad, producto de los cambios en el entorno. En la medida que seas consciente de esto y que lo que propongas resuene con lo que te apasiona, serás capaz de generar un beneficio doble: a tu economía y a la sociedad. Si ya tienes una idea aliméntala y vuélvela realidad, si todavía no la tienes muy clara o jamás has tenido una, observa a tu alrededor y respóndete ¿cómo podría mejorar la situación? Alguna de tus respuestas puede posicionarte mañana en el mercado laboral.
Nayareth
junio 7, 2021 @ 1:53 pm
Un articulo muy interesante. Gracias por la ilustración. Saludos.